La Comisión Europea sospecha que cinco empresas de reciclaje de plomo pueden haber participado en un cártel para la compra de los desechos de las baterías de plomo-ácido en Bélgica, Francia, Alemania y Países Bajos, violando las normas de competencia de la Unión.
En Europa, prácticamente todas las baterías de plomo-ácido son recicladas una vez que ya no se van a utilizar más. Las baterías de los coches constituyen la mayor parte de este tipo de baterías. Las empresas de reciclaje compran los desechos de las baterías a diferentes suministradores y les extraen el plomo. Así, una vez extraído, el plomo puede ser reutilizado para fabricar nuevos productos y, por lo tanto, aquello que se consideraba un «desecho» pasa a ser un recurso (véase la próxima circular de la Comisión sobre la economía circular).
En su pliego de cargos, la Comisión considera que las empresas acordaron o coordinaron su comportamiento para conservar su elevado margen de beneficio. Por lo tanto, las empresas habrían acordado disminuir el precio pagado a los chatarreros, que son, en su mayoría, PyMES. Este comportamiento, susceptible de reducir el valor de las baterías usadas vendidas para chatarra, es, en definitiva, perjudicial para los vendedores y podría constituir una infracción del artículo 101 TFUE.
La investigación de la Comisión comenzó en septiembre de 2012 (MEMO 12-722) con la realización de investigaciones sin previo aviso. El pliego de cargos es un paso más en la investigación de la Comisión de comportamientos que son susceptibles de violar las normas de competencia de la Unión.
Fuente: IP/15/5254